El estadio Palogrande fue el escenario para el partido de vuelta
de los cuartos de final entre Once Caldas y Millonarios, el cual iba con
ventaja para los “embajadores” por un gol a cero.
La asistencia al “Coloso de la 62” fue muy pobre, ni siquiera 20
mil personas presenciaron un partido que en otra plaza y con un equipo del
rendimiento presentado por el “Blanco Blanco”, hubiese llenado las gradas
fácilmente.
La hinchada azul ocupó masivamente el espacio asignado en la
tribuna sur sumado a algunas manchas en oriental y occidental. En proporción
con la hinchada “alba”, la presencia de hinchas “azules” fue mayor, por lo que,
antes del partido, Millos parecía local.
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| Foto:futbolred.com |
A pesar del poco respaldo de hinchas del once, los jugadores albos
salieron con entusiasmo y desde el inicio del partido buscaron empatar el
global.
Las intenciones ofensivas del equipo manizaleño casi tienen fruto
cuando a los 38 segundos, González mete un centro que por poco se mete en el
ángulo superior derecho del arquero Ramos.
Sin embargo, con el paso de los minutos, Millonarios empezó a
presionar la salida del conjunto local, haciendo presencia con 5 y 6 hombres en
el campo contrario. Eso dificultó el trabajo ofensivo del Once, que por
minutos, lució confundido.
El profe Osorio, fiel a su estilo, buscó que sus jugadores
abrieran el campo y para ello, Núñez, fue importante para enviar pelotazos
largos y precisos que encontraban a Dayro y a Carbonero, cerca de los laterales
azules a quienes se les dificultó contener a estos delanteros.
Al minuto 7, Dayro cobra un tiro de esquina y en una distracción
en marca, los defensores azules dejaron cabecear a Henríquez, quien bajó el
balón a Wason, quedando de frente al arco a pocos metros de Ramos y enviando el
balón a las nubes.
Producto de la buena marca de millos y de su actitud ofensiva,
llegó la primera opción del equipo bogotano en el partido. Mosquera, en una
larga corrida por el sector de oriental, llega hasta el borde del área, engancha
a Henao y remata al centro del arco, encontrando a Neco, quien rechaza.
Luego el Once tiene dos minutos en los que pone contra las cuerdas
a Millonarios. Primero Dayro, que ingresa al área, remata rasante y Cíchero, la
alcanza a tocar para rechazarla y casi la mete en contra. Inmediatamente
después, Wason pesca un rebote, aguanta con su cuerpo el balón y se interna
dejando a Cíchero, levanta un centro y Dayro llega de frente para cabecear, el
balón roza la espalda de Carbonero y Ramos llega con su mano izquierda y envía
al tiro de esquina.
A esa altura el Once dominaba el partido y con algo de desorden
busca abrir el marcador. Se vería recompensado al minuto 20. Amaya envía un
pelotazo, Núñez recibe y se adentra poco a poco al área, le toca a Wason que en
el centro del área elude a Domínguez y queda de frente al arco, rematando
fuertemente hacia la derecha del arquero que no puede contener. El balón
ingresa después de pegar en el palo, delirio en Palogrande y el Once sueña con
la clasificación.
La reacción de Millos no se hizo esperar y dos minutos después, en
una jugada de laboratorio, tras cobro de tiro libre de Preciado, Candelo recibe
en el centro del área y toca de primera a Toloza, quien queda de frente a Neco,
en el choque de ambos, el balón termina en Robayo, éste remata y Calle se
interpone cuando el arco estaba solo.
Millos se vendría un poco abajo con la lesión de Robayo al minuto
24. El técnico "Albiazul", mandó a la cancha al uruguayo Tancredi.
En los últimos minutos del primer tiempo, el encuentro es muy
disputado y aunque no hay claridad, ambos equipos tienen actitud ofensiva y se
pasa rápido de la mitad de la cancha. Sobre el minuto 46, Millos casi empata
cuando Toloza hace un elegante taco que distrae la defensa blanca, dejando a
Tancredi frente a Neco, quien saca el disparo a quemarropa.
Segundo tiempo.
Al igual que en el primer tiempo, las opciones llegaron
rápidamente. Toloza por poco empata al segundo 15, cuando Henríquez la deja
pasar y Neco debe exigirse sobre su palo derecho.
La respuesta del once llegó al minuto 2, cuando Henao, Calle y
Gonzáles triangularon en el sector de oriental y dejaron al volante bogotano al
servicio del Blanco frente a Ramos, quien envía a tiro de esquina.
Al minuto 7, Dayro la cruza en un pase de la muerte a Wason y Mera
buscando rechazar, casi la mete. El balón queda en las piernas de Ramos y en el
rebote, González lo erra, elevando el balón.
Como en el primer tiempo, el Once llega bien por las bandas pero
no llega claro al área. La defensa de millos
bloquea bien los centros caldenses.
En el primer cuarto de hora de la segunda parte, el juez de línea
de oriental, le anula un gol a Wason Rentería, por fuera de lugar tras centro
de Núñez. Gran acierto de la terna arbitral, que tuvo una jornada muy buena y no
influyó para nada en el marcador.
Millos intenta sacudirse del dominio del once, pero la línea
defensiva del local estuvo muy atenta anticipando a los delanteros embajadores
y recuperando el balón rápidamente.
El Once tiene una ráfaga de buen fútbol y hacia el minuto 65,
Dayro recibe un pase de Núñez y queda mano a mano con Ramos, quien saca al tiro
de esquina, evitando la segunda caída del arco azul. Luego, en el minuto 72,
Wason casi convierte, al recibir una gran habilitación del recién ingresado
Pajoy y en el mano a mano salva Ramos, que aguantó el remate.
Los siguientes minutos sería de mayor dominio de Millonarios, que
detuvo el accionar ofensivo del local, anticipando a los delanteros albos y
tocando en la mitad de la cancha, con un Mayer Candelo estelar, convirtiéndose
en el socio de todos y manejando los tiempos. En ese momento del partido casi
llega el empate, cuando Toloza en cobro de tiro libre la envía al ángulo y
exige a Neco, que salva a 15 minutos del final.
En cobro de tiro libre, faltando 10 minutos para el final, Dayro
por poco anota el segundo, cuando la mano derecha de Ramos y el horizontal
desviaron el potente remate del delantero tolimense.
Por esta misma vía del tiro libre, Millos casi encuentra la
igualdad tras cobro de Candelo al minuto 87. El balón pasa cerca del palo
izquierdo de Neco que se estira si tocar el esférico.
En los últimos minutos, el partido es intenso y sufrido, y el juez
Roldán pita el final. Marcador global de 1 a 1, que obliga a la definición
desde el punto penal.
Penales
Desde la final de la Copa Intercontinental, que ocurrió el 12 de
diciembre de 2004, el Once Caldas no definía una serie por penales.
Empezó cobrando Millos y ambos equipos anotarían los primeros tres
cobros. Por los azules serían Candelo, Ramos y Preciado y por el once serían Núñez,
Carbonero y Pajoy.
Para el cuarto remate, Toloza anotaría para Millos y el primer
fallo sería para el Once, cuando Ramos le tapó el remate a Wason, quien cobró a
la derecha del arquero. Luego, sería el turno para Domínguez, que de convertir
clasificaría a Millos, pero Neco, arrojándose hacia el palo derecho, contendría
el remate. Dayro cobraría el quinto tiro y empataría la serie.
Vendría la definición uno-uno. Tancredi anotaría, pegándole alto
al palo derecho del arquero y Henríquez fallaría su remate final para terminar
la serie y darle la clasificación a millos, que sueña con el título. Mientras, el once se quedó sin la copa y sin la liga, esperando que sucede con muchos de
sus jugadores estrella, que tiene ofertas para emigrar, lo que desmantelaría la
nómina que le dio tantas alegrías a la hinchada caldense.
Por: Felipe Quiceno


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